viernes, 13 de septiembre de 2013

EL ARTESANO DEL DIVINO.

A sus 55 de edad, y en su trabajo de artesano de reliquias religiosas,  ha sido testigo de milagros, como aquel día que llegó un señor en silla de ruedas y salió caminando.  Y  su vida dice que es un milagro, porque el Divino Ecce Homo le da trabajo y le concede el permiso para vender sus estampas.

Por Luis Gerardo Castro

Ubanel Luna, todos los días se ubica a las 7:00 de la mañana en la plazoleta polvorienta, frente al santuario del Divino Ecce Homo, en el corregimiento de Ricaurte, allí está la “caza” de los peregrinos, que llegan a Ricaurte,  para ofrecer sus reliquias que fabrica en su hogar.

Junto con los escapularios de cuero, medallas, estampas, camándulas,  llaveros, novenas y oraciones, vende tamban el aceite de higuerilla (un árbol de la región) el cual se dice tiene propiedades curativas.

Una mesa con un improvisado techo que lo protege del inclemente sol, todos los días se ubica en el atrio del santuario. Allí mismo , mientras llegan los peregrinos, armado de un martillo de palo acuña las imágenes del Divino Ecce Homo, La virgen María, EL milagroso de Buga y otros santos, en pedazos pequeños de cuero, los cuales amarra con una hilo grueso, y  allí quedan los escapularios, que es lo que mas se vende.


“Antes trabajé en Buga, en la plaza del milagroso, pero quise venir a buscar  suerte a Ricaurte y me ha ido muy bien” dijo Ubanel, el artesano de las reliquias del divino.
A diferencia de los otros vendedores de reliquias, que solo trabajan los fines de semana, él trabaja  todos los días y todos los días vende, porque todos los días llegan de todo el país al Divino Ecce Homo, peregrinos en busca de algún milagro como aquél  que él mismo testificó: “Hace unos 10 años, recuerdo que yo estaba aquí trabajando, cuando llegó un señor en silla de ruedas acompañado de su familia, se veía que era gente acomodada. Entraron al santuario, y al rato  el señor salió caminando, lógicamente feliz por el milagro recibido” contó emocionado Ubanel.

Nos cuenta, que en el día hay dos ventas: Una cuando el peregrino llega al pueblo, y compra algo para llevarlo y hacerlo bendecir y la otra al finalizar la visita al santuario, y el mismo peregrino quiere llevar algo más de recuerdo. Dice que es mejor la segunda venta.


Datos:

Desde 500 pesos hasta 3.000 pesos cuesta un escapulario dependiendo del tamaño

El cuero es el principal material que se utiliza.
Las imágenes las manda a imprimir en una litografía en Tuluá.
Nació en Tuluá, pero hace 20 años vive en Ricaurte donde tiene su familia, compuesta por dos gemelos de  8 años de edad y su esposa.
Aprendió mirando.
Cuero, hilo, pegante y estampas de santos son los insumos para hacer los  escapularios que vende diariamente.
Alrededor de 200 estampas se puede vender en una semana.
Ubanel, vende al por mayor sus reliquias incluso al santuario.
Sueña con tener su propio taller y almacén grande para vender más reliquias del Divino Ecce Homo.

Opines

Edilma Mejía
Cliente.
Es muy bueno su trabajo, de esa manera da a conocer más el santuario del Divino Ecce Homo.

Alexander Villa.
Peregrino
Es muy bueno el trabajo él realiza,  pues uno puede llevar un recuerdo de la visita. 

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