MATRIMONIOS
COLECTIVOS EN LA CÁRCEL DE ROLDANILLO.
AMORES PRISIONEROS.
La cárcel no fue impedimento
para que once parejas se unieran en santo matrimonio y se juraran a amor eterno.
Por: Luis Gerardo Castro Castañeda.
Desde las 7:00 de la mañana
curiosos y familiares se confundían en la fila
para el ingreso a la cárcel de Roldanillo; aquel 21 de septiembre de
2013, había un gran alboroto en el
parque, todos estaban admirados pues en
el patio del centro penitenciario, el padre Bernardo Echeverry, estaba a punto
de casar a 11 parejas; once internos, estaban
a punto de cumplir su sueño de unirse en
santo matrimonio con las mujeres que amaron y aman, con las cuales ya tienen hijos y hasta nietos.
“Roberto y Claudia”, (nombres ficticios)
Recibieron el sacramento del matrimonio, junto a ellos dos, 10 parejas mas
juntaron sus vidas hasta que la muerte los separe. Las rejas y candados de las puertas
de la cárcel, no serían impedimento para
que los corazones de estos hombres y
mujeres se unieran hasta que Dios los separe.
“Es muy duro, casarnos en
una cárcel. La vida me trajo aquí por mis malas acciones y errores cometidos, por
ellos me
han condenado a muchos años sin libertad. Yo quiero pagar mi deuda con
la sociedad, pero también quiero realizar mi sueño de obtener la bendición de
Dios en mi vida de pareja, por eso me he casado con la mujer de mi vida” contó
Roberto (nombre ficticio)
LA
PREPARACIÓN
Pero para llegar allí a la
ceremonia de matrimonio, hubo que pasar por varias etapas. La parroquia de San Sebastián
de Roldanillo, por medio de un grupo de cursillistas hicieron las charlas prematrimoniales,
inicialmente con 20 parejas.
“Nosotros nos reunimos con
las parejas en la cárcel, allí les
hablamos de lo importante que es el matrimonio. Concientizamos que la idea no
era casarlos por casarlos, la idea es
que supieran lo que el matrimonio católico significa en la vida de la sociedad
y de la iglesia. Algunas parejas desistieron de casarse, pero al a final 11
parejas quisieron seguir adelante” contó
Pedro Grajales, uno de los cursillistas.
Durante 6 largos meses, los
cursillistas se reunían con los internos, y con sus compañeras que esos días llegaban al centro penitenciario a participar en el
cursillo prematrimonial.
LLEGÓ
EL DÍA. “ Y LOS DECLARO MARIDO Y MUJER”
Y llegó el día señalado. Las
once parejas estaban felices. Su nerviosismo era notable. Y cuando el padre
Bernardo Echeverry, llegó los nervios
fueron mucho más grandes.
Estaban muy bien vestidos, con
saco y corbata, las mujeres estaban muy bellas y las lagrimas no faltaron
cuando dijeron todas las 11 parejas: Acepto; y el padre Echeverry les dijo: “Los declaro
marido y mujer”. En ese momento los
asistentes, entre familiares y autoridades locales estallaron con aplausos y
una que otra lagrima de los recién casados, que se veían felices pues habían
cumplido su sueño de ser esposos con
todas las de la ley.
Algunos de ellos habían
esperado hasta 30 años y solo ahora cuando el hombre llega a la cárcel, se dan
las cosas para que el sacramento del matrimonio lo pudieran tener. Cosas de
Dios, dijo un presidiario.
Datos.
El padre Bernardo Echeverry
párroco de San Sebastián bendijo a 11 parejas
en matrimonio en la cárcel de la ciudad.
6 meses duró la preparación.
Sacerdotes, empleados y algunas parejas.
Cursillistas
acompañaron a los internos con sus
parejas para llegar a la matrimonio.
20 parejas iniciaron su preparación.
21 de septiembre de 2013 fue
el matrimonio.
Comerciantes y familias de Roldanillo aportaron para la parte legal y
los trajes de las parejas
Empleados, Esposas Hijos y nietos de los internos
Opines
Pedro Grajales
Cursillista
Es muy admirable que los
internos de la cárcel de Roldanillo quisieran tener la bendición e Dios mediante el matrimonio.